camino abajo,
un pote de agua,
una botella con el café,
no tengo moto,
ya solté el burro,
me voy a pié.
Una canciòn de las de mi padre
se me aparece sin avisar,
y yo la agarro,
la suelto al viento
estremecido por los recuerdos,
y voy cantando
por no llorar.
Llego al conuco,
saco la yuca,
le doy un beso al plátano en flor,
cojo la azada,
aseo la tierra,
la madre tierra
pa' donde iré.
Luego, en la tarde
voy de regreso,
camino arriba,
camino al rancho
subo cansao.
Pero una estrofa
de un viejo canto
que un dia mi padre me tarareó,
chocó muy fuerte mi pensamiento
y hasta me olvido que ando cansao,
ya, qué me importa
si subo o bajo,
si bajo o subo...
¡Voy embullao!
© Gabriel Moquete
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