miércoles, 14 de mayo de 2014

VERSOS DE MEDIA LUNA



Las estrellas extenuadas,
ya sin guiños, ni latidos,
palpitaban
lentamente,
como gotas de rocío.

Nubes sin color, opacas,
parecían estampadas
bajo un enorme paraguas.

Silenciosa estaba el alma,
silencio de honda distancia,
de penumbra y de nostalgia,
de madrugada sin alba.

En una esquina del cielo
casi sobre el horizonte,
allí estaba,
tan delgada,
que sentí pena al mirarla.

Y brotaron estos versos
bajo la noche apagada,
a media luna nacieron

de lo profundo del alma.

© GABRIEL MOQUETE