domingo, 31 de marzo de 2013

RAFAEL ESTRELLA UREÑA. 1889-1945 (Décimas) por Gabriel Moquete



Rafael Estrella Ureña, 47ºpresidente de República Dominicana

Político Santiaguero
de muy nobles sentimientos
que unidos a su talento
forjaron al caballero.
Por su carácter sincero
fue siempre un hombre querido,
y estando en cualquier partido
el pueblo lo respetaba,
más, la audacia le faltaba
del político aguerrido.

Igual que su padre, fue
seguidor del Horacismo,
se inició así al partidismo
lleno de amor y de fe.
Fundó un partido que fue
una ilusión partidista,
así corría en la pista
con su ideario naciente
siendo él mismo presidente
del Laboral Reformista.

Al ideal hostosiano
respondía el nuevo partido,
éste, al verse dividido
se le escapó de las manos.
otro fue, el Republicano,
el partido que fundó,
en este se destacó
por sus discursos de altura,
tenía la nomenclatura
que con el tiempo aprendió.

Demostró su oposición
con poderosos ataques
a aquel plan de Horacio Vázquez
de extenderse en el timón.
Fue por medio de esa acción
para frenar al caudillo
que se le opuso en el trillo
a aquél viejo en su ambición,
y un pacto de solución
hizo entonces con Trujillo.

Trujillo y Estrella Ureña
con aquello que pactaron
a Horacio Vázquez tumbaron
tan sólo haciéndose señas.
pues cuando éste vio la leña
para el horno calentar
no dilató en presentar
su renuncia del poder,
lo fue Ureña a suceder
interino en el mandar.

Al convocar a elecciones,
el pacto Trujillo-Ureña
ardía como la leña
en todas las poblaciones;
Trujillo, con intenciones
de asustar al oponente,
puso terror a la gente
que en el país le adversaba,
de este modo aseguraba
ascender a presidente.

En el pacto precedente
Trujillo iría de primera
y que Estrella Ureña fuera
como vicepresidente.
El triunfo fue contundente,
pues además del terror
que Trujillo provocaba
Estrella representaba
una figura de honor.

En aquél pacto tan fiel
juraron no haber engaños,
que al pasar cada cuatro años
se turnarían el poder.
Al Estrella Ureña ver
cómo Trujillo cambiaba,
que todo el poder tomaba
en una forma muy dura,
vislumbró la dictadura
y de Trujillo dudaba.

Estrella Ureña, prudente,
ve que el terror ya se anuncia,
va al extranjero, y renuncia
como vicepresidente.
En Cuba, ya es combatiente
de la recia tiranía
y aprovecha día a día
para su denuncia hacer.
Va a Miami, y da a conocer
las pruebas que poseía.

Trujillo a Miami se asoma
y a Estrella Ureña procura
brindándose con ternura,
como una mansa paloma.
Estrella Ureña se toma
aquel anzuelo, y feliz
vuelve de nuevo al país
entre dudas y alegrías,
creyendo en las garantías
que le ofrecieron aquí.

Estrella Ureña regresa
a organizar su partido
pensando que había adquirido
libertad para su empresa.
Pero Trujillo lo apresa
deteniéndole aquél vuelo,
Trujillo, con gran recelo
su dictadura cuidaba,
tarde, Ureña se enteraba
que había tragado el anzuelo.

En causa sobreseída
salió Ureña en libertad
pero ya la tempestad
amenazaba su vida.
Su existencia, muy herida,
no tenía ya el pugilato
de aquel recio candidato
de la oratoria elocuente,
ahora estaba solamente
a merced del Trujillato.

Se informó a la población
cuando su muerte ocurrió
que la misma se debió
a una cierta operación.
Dicen que su defunción
fue un mandamiento de estado,
que realmente envenenado
fue que murió Estrella Ureña,
esto se cuenta en reseñas
históricas del pasado.

Estrella Ureña murió
víctima de la falacia,
Así nuestra democracia
a un buen hombre perdió.
A Trujillo le creyó
cuando le ofreció buen trato,
quizás por falta de tacto
hacia la patria volvía,
así un buen hombre moría,
así crecía el Trujillato.


© Gabriel Moquete



sábado, 30 de marzo de 2013

JOSÉ NUÑEZ DE CÁCERES --1772-1846



por Gabriel Moquete 

Cuando España se creyó
que a esta tierra había exprimido
dejó esto casi al olvido
y a otros rumbos se marchó.
A  estas tierras arrasó
como quien todo lo roba,
como quien pasa una escoba
para barrer hasta el viento,
a ese tiempo desatento
se le llamó: España Boba.

A otras tierras refrescantes
se fue España en su aventura
detrás de nuevas culturas
con su instinto dominante.
Y los pocos habitantes
que en esta media isla habían,
de los bienes carecían
para la vida llevar,
¡ los dejaron al azar
olvidando que existían.

En Méjico, la corona
montó su campo de acción,
mandaba aquí una ración,
¡una mísera "borona".
De vez en cuando a esta zona
llegaba aquel pago ansiado
a los pocos empleados
que al reino aquí le servían,
al pago que recibían
le llamaban "El Situado ".

Núñez de Cáceres era
un señor muy preparado,
bastante se había educado
y era amplia su carrera.
Fue rector de la que fuera
primera universidad
del nuevo mundo, y se da
a las letras consagrado,
fue periodista, abogado
escritor amplio y audaz.

Fue poeta y fabulista,
varios periódicos fueron
los que con ardor  nacieron
de su alma de periodista.
El Duende, con él edita
su desahogo espiritual,
su ritmo de intelectual
en sus páginas vertía
para colocarse al día
en la vida cultural.

Núñez de Cáceres da
el picazo que despierta
para rasgar la cubierta
de la nacionalidad.
Prepara con parquedad
el golpe dispuesto a dar,
la declaración formal
de idea de independencia
adorna con la elocuencia
de su sello personal.

Pero Núñez desconfía
hasta de su misma idea
pues busca que en la pelea
alguien le cubra la vía.
Un embajador envía
a Bolívar, y le pide
que la Gran Colombia cuide
al país con su estandarte,
¡por eso la idea de Duarte
en lo más limpio reside!

Bolívar ni se enteró
de aquella solicitud,
el mensajero en virtud
con Bolívar ni se vio.
Núñez el golpe así dio
y tuvo poco qué hacer,
el gobernador, al ver
que no lo podía impedir
no tuvo más que rendir
su fuerza al nuevo poder.

Pero resulta que al lado,
nuestro vecino país,
¡Haití! ese mismo Haití,
se encontraba liberado.
A Francia había espantado
y había lanzado su cruz,
la ira de la negritud
hizo encender los confines
y con el gran Dessalines
abolió la esclavitud.

Pero aquí la independencia
que Núñez introducía
la esclavitud mantenía,
¡grande falta de conciencia!
Y al pedir una injerencia
de una extraña autoridad,
aplasta la dignidad
de toda la población,
¡y cosa así, ni es nación
ni cuenta con libertad!

Sin tener fuerzas armadas
para defender su acción,
con su acta de defunción
nacía la nación creada.
¡Tal vez el alma arrimada
de Núñez, a autonomías,
precipitó fantasías
en su mente soñadora,
¡despertó con otra aurora,
una carga de utopías!

Nuestro vecino de al lado
mirando la situación
aprovechó la ocasión
que se le había presentado.
Con un ejército inflado
por su victoria ante Francia
envía a Núñez la instancia
de una invasión inminente,
inclusive, ¡mucha gente
de aquí, apoyaba con ansia!

En efecto, mucha gente
del lado dominicano
apoyaba el paso haitiano
con su invasión inminente.
Apoyo, principalmente
de los negros y mulatos
que esperaban mejor trato
por su status y color,
y una situación mejor,
sin temor a colonato.

El presidente de Haití,
que era Jean Pierre Boyer,
sin más tiempo que perder
se metió a nuestro país.
Con gesto altivo y feliz
penetró a la capital,
y luego de realizar
una leve escaramuza,
con su comisión intrusa
se instala al acto central.
Era nueve de Febrero
año de mil ochocientos
veintidos ¡grandes momentos
pasaba el país entero!
Boyer, altivo y austero,
con mucha solemnidad,
une a la otra mitad
el capullo de refriega,
cuando allí Núñez le entrega
las llaves de la ciudad.

Pasó a regir nueva vida
la historia dominicana,
la dominación haitiana
veintidos años metida.
La independencia ofrecida
por Núñez, no salió en vano,
Hoy un país soberano
vuela con propio estandarte.
¡El sueño lo cumplió Duarte!
¡Nos hizo Dominicanos!

©Gabriel Moquete





viernes, 22 de marzo de 2013

VIVA EL AMOR



La Cibaeñita de mirar dormido,
de sonrisa leve, de pausado andar,
la que tuvo intacto su jardín florido,
la que tuvo miedo… ¡miedo de pecar!
-
La Cibaeñita de  mirar sereno,
de escasa sonrisa, de miedo al  "Edén "
la que tuvo miedo de brindar veneno,
de darse en  "pecado"... de pecar también.
-
Hoy está de fiesta la Cibaeñita,
un juego de luces hay en su carita
y tiene sonrisa de trino y de flor;
-
hoy todo ha cambiado, un  "Edén" trepita,
florece en amores la Cibaeñita.
¡Está enamorada! ¡Que viva el amor!

©Gabriel Moquete


Juan Antonio Alix


Rindo honor a Juan Antonio Alix,
el mejor decimero dominicano de todos los tiempos.

Año de mil ochocientos
en su pico treinta y tres,
Moca nos trae a quien fue
decimero cien por ciento.
Sincero agradecimiento
a Moca debe el país.
porque la décima aquí
es graciosa y elocuente
brotando como un torrente
del gran JUAN ANTONIO ALIX.

En Moca fue el nacimiento
pero a Santiago se fue,
por eso Santiago es
cómodamente su asiento.
Santiago es el alimento
que su inspiración completa,
rimas que no tienen meta
en este Cid de renombre:
¡En Moca ha nacido el hombre!
¡Nace en Santiago el poeta!

De la patria fue soldado,
pues además de inspirarse
tuvo tiempo de fajarse
para forjar nuestro estado.
En su numen saturado
la inspiración no cabía,
y brotaba día a día
de su inmenso manantial,
aquel tremendo raudal
de su graciosa poesía.

De sus décimas vivía,
pues cuando las inspiraba
por las calles se paseaba
y a las gentes las vendía.
También el pueblo solía
sus décimas encargar
cuando querían atacar
a alguien con versos fieros,
acudían al decimero
para esa empresa lograr.

El folclor dominicano
del campo y de la ciudad
lo pinta a cabalidad
con un humor fresco y sano.
Lo pintoresco, lo humano,
la vida en nuestra nación,
a todo ponía el sazón
de su rima pegajosa,
con la virtud prodigiosa
de aquella imaginación.

En cualquier antología
sobre la décima aquí
tiene que situarse a Alix
como indiscutible guía.
Puede aplicarse hoy en día
algunos de sus escritos
bien mencionando el agito
famoso de Yamasá,
o aquél que todavía está
cogiendo el mango bajito.

Tampoco el tiempo le resta
vigencia a algo que no es raro,
y es hablar de aquél avaro
que tiene la espuela puesta.
Hoy también se (agua) una fiesta
por no conseguir con qué
servir un pobre buffet
o un pasatiempo feliz,
igual que sucedió a Alix
con su amigo Moliné.

De forma que si se hiciera
un concurso decimero
todavía el lugar cimero
Juan Antonio Alix tuviera.
Porque aún en nuestra era
la dignidad es barata,
y aunque en el mundo se trata
de atacar el delinquir,
hoy muchos quieren vivir...
como Don Martín Garata.

jueves, 14 de marzo de 2013

A LUIS CARVAJAL (Décimas)



Aquél pichón de carrao
que una vez tuve en mis manos
hoy lo alcancé a ver lejano,
planeando en vuelo, " encumbrao "
Pensé que era un guaraguao
pero al ver bien su color
a la luz del claro sol
vi su vestimenta gris,
sé que es aquél, que feliz
liberé, con mucho amor.

En nombre del humanista
y bate, Luis Carvajal,
solté aquella ave, a volar
con aire de ambientalista.
Con lección tan a la vista
el alma feliz se siente,
un compromiso latente
nos induce el buen poeta:
¡Cuidemos nuestra foresta!
¡Cuidemos el medio-ambiente!

Loma Miranda es la meta
de los buscadores de oro,
buscan inflar sus tesoros
revolviendo la foresta.
¡Dejad a Miranda quieta!
la cesaria es desafío
al surtidor de sus ríos,
a su fauna, su belleza,
¡desentrañar su riqueza
 es dejarla en el vacío!

 ©Gabriel Moquete