Lleguese aquí, Don Quijote,
traiga su equipo completo,
venga a imponer el respeto
en este infeliz islote.
Venga en su Rocín, al trote,
traiga su adarga y su lanza,
venga a imponer su templanza
de honorable Caballero,
traiga a su buen Escudero,
el gracioso Sancho Panza
-
Lleguese a esta isla, partida,
para albergar dos naciones,
caprichos y pretensiones
de potencias atrevidas.
Lleguese a esta isla, tendida
en el trayecto del sol,
fortalezca su valor,
refuerce más su armadura
pues la tarea es más dura
que su Manchega labor.
Lleguese aquí, y le confieso
que tendrá éxito el intento,
aquí hay molinos de viento,
pero son de carne y hueso.
Pique a Rocinante, expreso
en atrevida Odisea,
y aunque usted no me lo crea
hallará aquí, en las ciudades
damitas con cualidades
de su amada Dulcinea.
Los castillos embrujados
que fabricaba su mente,
aquí son cosa corriente
pero de amos potentados.
Aquí, los bellos costados
del mar,que nos embellecen,
totalmente pertenecen
a empresas muy poderosas,
lo demás, es una fosa,
¡hasta el aire languidece!
-
Dese prisa, por favor,
pues de manera contraria
la Ínsula Barataria
encontrará comprador.
Yo encuentro mucho mejor
a Sancho con su corona
gobernando La Saona
y aplicando sus concejos,
antes que vengan de lejos
a instalarse en esa zona.
Venga a nos, señor Quijote,
pero venga con cuidado
que aquí la mancha ha tintado
al país, de trote en trote.
Venga con lanza y garrote,
apure a su Rocinante
y como buen caminante
entre claros y desiertos
venga a curar los entuertos
de un país agonizante.
Venga Don Quijote, a prisa,
que en nuestra loma Miranda
la avaricia sucia anda
en peligrosa requisa.
Ya la Barrick hizo triza
todos los ríos de Cotuí
y si esto sigue así
créamelo, Don Quijote,
vendido de lote en lote
se esfumará este país.
© Gabriel Moquete
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