¿Dónde estás? ¿Dónde te fuiste?
¡No siento tu palpitar!
si es que lograste escapar...
¿por cuál puerta te saliste?
Sé que desde que la viste,
aceleraste tu paso,
y yo, como un buen payaso,
tirado aquí en mi camilla,
entre pastilla y pastilla
para evitar un colapso.
Desde que nací, tú sabes,
en mi interior te he llevado,
si te pusieron candado
ni yo mismo sé de llaves.
Y te hablo con amor suave,
como tu mejor amigo,
y oye bien lo que te digo
sin refriega ni querella,
¡si tu te fuiste tras ella,
yo me hubiera ido contigo!
©Gabriel Moquete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario