Andrea Evangelina Rodríguez |
Fue la inquieta Evangelina
nuestra primera mujer
un título en obtener
de doctora en medicina.
Cuando su tesis termina
entonces marcha a París,
y especializada allí
ginecóloga-obstetricia,
retorna con sus albricias
nuevamente a su país.
Al regresar la Higüeyana
viene con ideas concretas
fijándose como meta
su idea social, muy humana.
De su rica mente emana
el buen arte de enseñar
y se encarga de educar
cumpliendo con sus deberes,
sobre todo a las mujeres,
en educación sexual.
San Pedro de Macorís
fue la base de su acción,
su abnegada profesión
desarrolla desde allí.
Tuvo así nuestro país
a una gran intelectual
que se hizo profesional
para servir con amor,
viviendo así bajo el rol
del cumplimiento cabal.
Por su franca posición
en contra del trujillismo,
fue condenada a un abismo
que la hundió sin compasión.
La maldad y vejación
y la física tortura,
hundieron a esta criatura
a tal grado de temor
que murió bajo el terror
del manto de la locura.
©Gabriel Moquete
Historia rimada
Interesante biografía en versos!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar