miércoles, 13 de marzo de 2013

Al país, décimas de Gabriel Moquete



Tu mapa, poco ha cambiado,
pero quisiera saber
cómo fue tu gran ayer,
cuando aún no eras habitado.

¡ Eso es cosa del pasado,
es mejor que el corazón
busque una nueva razón
para rastrear tu comienzo,
sé que en ti hubo un giro intenso
desde que vino Colón.

De manera que Colón
cuando a esta tierra llegaba
encontró que aquí habitaba
de indios, como un millón.

Al hallar tal población
que ni ropa se ponía
justificación había
para admirarse de aquello,
y al encontrar que era bello
todo lo que aquí veía.

Pero la gente que vino
con Colón de compañía
empezó a usar plebería
con la india del vecino.

Se convirtió en asesino
de la gente que aquí halló
y el indio se rebeló
con razón justificada,
y la guerra declarada
por ambos bandos quedó.

A pesar de ser tan bravos
los indios fueron vencidos
y asimismo convertidos
por el Español, a esclavos.

Por lo tanto, al fin y al cabo
la raza india moría
puesto que no resistía
el trabajo y el dolor
que su amo el Español
sin compasión le imponía.

Tras el negocio de cueros,
( pues muchas reses ya había),
por el norte se metía
unos tales Bucaneros.

Aquellos aventureros,
(del Español adversarios,
eran unos mercenarios
que de isla en isla andaban
y todo lo que robaban
lo vendían a los Corsarios.

De origen eren Franceses
aquellos aventureros
y su afán era hallar cueros
sacrificando las reses.
Para darles sus reveses
Ozorio,con mucho empeño
quiso quitarles el sueño
quemando pueblos enteros
para espantar Bucaneros
en el litoral norteño.

Entonces aquellas huestes
como bestias se espantaban
pero luego se instalaban
en toda la parte oeste.
España estaba al garete
con aquella gente allí,
pero tuvo un plan felíz,
y sin pensarlo dos veces
negoció con los Franceses :
firmó el pacto de Ryswicd.

Por medio de este tratado
Francia el oeste tomaba
y España,así se quedaba
gobernando de este lado.
Como el indio, ya acabado
no servía para el trabajo,
para ambas partes se trajo
el negro fuerte Africano,
por considerarlo sano,
de estatura no tan bajo.

El esclavo que servía
en la parte occidental
empezose a sublevar
mostrando su rebeldía.
Entonces hubo un buen día
en que los negros afines
amolaron sus colines
y dijeron,.... ¡ basta ya!
al grito de libertad
siguiendo a Yean Dessalines.

Quedaba pues liberado
el noble pueblo de Haití
que con júbilo, felíz,
sus manos había soltado.
Esa lección que había dado
sirvió como un exponente
de la libertad latente
que aquél pueblo presentía,
y esto sirvió como guía
para todo el continente.

Aquél pueblo que quedó
de su amo liberado
a su vecino de al lado
hábilmente se anexó.
Ventidos años duró
la dominación Haitiana,
la parte Dominicana
era tierna todavía,
su gente aún no podía
verse libre y soberana.

Pero también hubo un día
en que la parte del este
reventó cono un cohete
repleto de rebeldía.

Ya en realidad no podía
soportar tanta bajeza,
y con Duarte a la cabeza
se comenzaba aquél día
el fin de una tiranía
que aplastaba con firmeza.

Y estos dos pueblos hermanos
hijos de una misma tierra
se fueron de guerra en guerra
sin poder darse las manos.
Grandes imperios tiranos
nos han tirado a la arena,
como dictando condena
por el hecho de haber sido
de un mismo suelo nacidos
¡sangre de una misma vena!

Así, hasta el día de hoy,
estos países hermanos
se han levantado las manos,
tú me diste, yo te doy.
Y mientras tanto, un convoy
se roban de sus entrañas,
y haciéndoles musarañas
con sus repletos museos,
en el confín Europeo
está Francia y está España.


     © Gabriel Moquete

No hay comentarios:

Publicar un comentario